viernes, 24 de julio de 2009

Una crónica cotidiana inadvertida

Barcelona. Las 08:27 de la mañana. Martes 17 de febrero de 2009. Ronda de Dalt, tráfico intenso. Se arranca y se para, acordeón. Cristina está ahí en medio de esa selva civilizada, dicen, como cada día, como siempre. Se dirige a su trabajo de diseñadora en una empresa de muebles, tiene 33 años, está casada con Oscar y tienen dos hijos varones, Arnau de cinco años y Jordi de dos años.
Como le ocurre cada día tiene un poco de prisa, aunque sabe que al final siempre llega a la hora, pero eso no quita para que se ponga un poco nerviosa. Continua el tráfico lento, humo, ruido, bocinas, prisas, nervios.


Como es habitual hay alguien que siempre tiene un poco más prisa que los demás y acelera donde no debería, que zigzaguea constantemente, como si le fuera la vida en los veinte segundos que ahorrará en el recorrido, pero, eso sí, consigue que su adrenalina y su stress se acreciente. Ese “neuras” necesita llegar a su trabajo ya acelerado. Debe pensar que así es más importante.


En un cambio de carril golpea, sin querer, suavemente, sin darse ni cuenta el lateral de la moto de Cristina que cae al suelo, golpeándose el casco fuertemente en el asfalto negro. El coche que venía detrás de Cristina le pasa por encima. Todo en medio segundo, visto y no visto.


Sin darse cuenta de nada el conductor “neuras” sigue su camino, no mira ni por el retrovisor, él siempre mira hacia delante. Al conductor del vehículo que le pasa por encima a Cristina le da un ataque de nervios y ha de ser retenido por otros conductores ahí, en medio de la calzada.


Toda la Ronda de Dalt se colapsa, formándose una cola instantánea de muchos kilómetros. Son los tiempos modernos, es el progreso. Los conductores y sus acompañantes bajan de sus vehículos y algunos llaman al 112. La ambulancia se va acercando, ya está en camino, dicen.


Toni que iba en otro vehículo se aproxima caminando con miedo hacia Cristina que yace en el suelo. Se acerca lentamente, temblando, sin saber que se encontrará. Antes de llegar y con la voz temblorosa grita pidiendo un médico pero no hay ninguno por ahí cerca. Al llegar a Cristina arrima su cara a la cara de Cristina y consigue subirle la visera del casco al tercer intento. Ella pestañea como intentando decir algo.
¡Esta viva! Es lo primero que piensa Toni. No la mueve, siguiendo las instrucciones obvias en caso de accidentes.


La Ronda de Dalt continúa completamente bloquedada. Los conductores a partir de la tercera fila de coches parados empiezan a tocar el claxon, no saben que está pasando, aunque tampoco nadie sabe como reaccionarían si lo supieran.


Toni y Cristina están en el suelo, en medio de los carriles, en el asfalto sucio, rodeados de gente, de ruido, de tensión, pero ellos dos se sienten solos, como si estuvieran aislados del mundo. Un muro transparente e impenetrable los aísla del resto de la humanidad. Nadie lo atraviesa, como si fuera algo mágico. Cristina no se puede mover y habla tosiendo mucho, con la voz bastante entrecortada. La sangre aparece en el rostro bajando desde sus orejas.


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Hola, ¿como te encuentras?
Muy mal, noto mi cabeza como si estuviera abierta, … desparramada pero todavía … compacta por el casco … la zona del estómago … también me duele mucho … y el alma.

Ya han pedido una ambulancia, está llegando, no te preocupes, todo irá bien.
Gra …cias ...

¿Quieres que haga algo por ti?
Sí, busca mi móvil en la mochila … y llama a Oscar, mi marido, y dile que estoy … en tal hospital. Llámale solo cuando la ambulancia te haya dicho a donde … me llevan. Dile que estoy bien y que llame … a mi trabajo para decirles que llegaré tarde
La mochila es la que llevas a la espalda ¿no?
Sí, el móvil está … en un bolsillo lateral, a mi izquierda, … ¿lo ves?

Sí, lo veo. Ya lo tengo.
Quédatelo tú, por favor, … y lleváselo a … Oscar al hospital ¿podrás hacerlo?

Así lo haré, no te preocupes.
¿Cómo esta mi moto?

No te preocupes ahora por la moto, eso tiene arreglo. ¿Cómo te encuentras tú?

Me noto mal, … sin fuerzas, a punto de perder el conocimiento, creo que me voy a desmayar …
Es mejor que estés despierta, inténtalo, hablemos de algo. ¿Cómo te llamas?
Cristina, ¿y tú?

Yo soy Toni.
Oye Toni, creo que me estoy … yendo, estoy cayéndome …
No digas eso, ahora viene la ambulancia a buscarte para llevarte a un hospital.
No, Toni, no me animes, … lo digo en serio ... noto desde lo más profundo de mí que este viaje se me acaba, se me está … evaporando todo ... poco a poco … diluyendo.
¿Por qué dices eso?
Toni, sabes una cosa, no estamos solos … tú y yo aquí … ahora …

Claro, hay mucha gente que nos rodea aquí en la Ronda.
No me refiero a eso. Aquí, a mi lado, justo … a nuestro lado hay tres seres … que me han venido a buscar …
¿Cómo tres seres?
Sí, Toni, sí. Son como tres ángeles … que me quieren acompañar ... me dicen que mi hora ha llegado, hoy, aquí, … en este momento. Toni, ¿sigues ahí?

Sí, no sé que decir, no pierdas la fe, no te dejes llevar, por favor, resiste.
Toni, no llores tú, no llores … empiezo a sentir paz … triste pero algo mejor … parecen buena gente.

¿Quiénes? 

Estos ángeles … me dicen que el sufrimiento se acabará pronto … les digo que no quiero irme aún, que mis hijos … mi marido … mi familia … mis amigos me necesitan aún y yo no quiero separarme … de ellos …
Te vas a poner bien Cristina, estoy seguro.

Toni, tienes que … hacerme un … favor.
Sí, claro, dime.

Acércate, abrázame … fuerte, muy fuerte

¿Así?

Sí, ahora escúchame por favor … vuelve … a coger mi móvil y busca la función de … grabar, como si fuera una grabadora, ¿sabes ... de qué hablo?
Sí, creo que sí.

¿Lo tienes?
Espera un momento. Ahora ya lo tengo.

Conéctalo y pónmelo cerca de mi boca y … vuelve a abrazarme fuerte por favor … quiero … grabar algo.



¿Está bien así? 

Sí, ahora está bien. Hijos míos, Arnau, Jordi, a mamá se le ha acabado el tiempo, su tiempo … nadie me había avisado que hoy sería mi último día aquí, con vosotros … no sé que deciros en estos momentos … solo sé que el momento se acerca rápidamente … solo dejadme explicaros que sois aquello que más quiero … que aunque no me veáis con vosotros siempre estaré ahí … si en las noches estrelladas miráis arriba … una de esas estrellas seré yo … pero también me sentiréis permanentemente a vuestro lado … o en vosotros mismos … solo os pido que no me olvidéis nunca … si me olvidáis esa estrella se apagará … sed siempre buenos, generosos, solidarios … estamos aquí, en esta tierra, para intentar ser felices y solo podemos ser felices si todos somos felices … sed fuertes, tened siempre fe, creed en los milagros … huid de las personas negativas, envidiosas, celosas, abandonad … a aquellos que buscan ganar siempre, triunfar … el éxito material … buscad esa armonía global con el universo y con vuestro interior …

No llores Cristina, volverás a ver a tus hijos. ¡Ya verás como sí!

Déjame continuar. Oscar, guapo … costó mucho encontrarnos pero al final nos encontramos … desde el día en que nos besamos por primera vez … sabía desde muy dentro de mí que … mi viaje sería a tu lado … juntos siempre, hasta el final … también intuía que debíamos ir un poco deprisa … recuerda que te decía que habíamos nacido … para correr … ahora sé porqué …ahora lo entiendo … sigue tu vida, busca … tu felicidad, mira de vez en cuando las estrellas … para enviarme un beso y … cuida mucho a nuestros … 


¿Que pasa?

No lo sé, pero abrázame fuerte … tengo frío, mucho frío … me queda muy poco.
Pare, mare, germans del anima, amics … no os pongáis tristes … ya sabíamos que algún día se acababa el trayecto … a mí me ha tocado ahora … no tengáis rabia, ni rencor … es así como funciona todo esto … a alguien siempre le toca adelantar su regreso … acompañad a Oscar siempre, apoyadle y … los niños, que crezcan felices y fuertes … de mente … el dios de las probabilidades … el dios verdadero … lo ha querido así … a algunos pocos nos toca nacer y a muchísimos no … yo he tenido la infinita suerte … de haber nacido, de haberos conocido a todos … ahora ya soy eterna … me llevo el sentimiento de haber sido … un ser privilegiado por haber compartido … con vosotros esta parte de mi


¡Cristina! ¡Cristina!



Adiós Toni, gracias … por acompañarme, gracias … por quitarme ese frío glacial, gracias … por avisar a estos ángeles … un beso muy fuerte … recuerda darle el móvil a Oscar …
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Y así, tranquila, con la paz en la mirada, con los ojos llenos de niebla, Cristina se fue, apaciblemente.


La Ronda de Dalt seguí embotellada, la cola que se había formado era monumental, los claxons sonaban cada más fuerte y durante más rato, la policía intentaba arreglar algo aquel desaguisado de tráfico. Finalmente la ambulancia llegó a los 14 minutos del accidente.


El médico con la ayuda de varias personas pudo, tras mucho esfuerzo, separar a Toni de Cristina que seguían abrazados, muy abrazados. Era un abrazo que unía la dualidad universal.


Finalmente, Toni se levantó y sintió calor y frío, lucidez y oscuridad, alegría y una inmensa tristeza, se consideró enorme y muy pequeño, estaba en paz y estaba en guerra, todo a la vez. Sé sentó en el suelo. Cogió el móvil y apretó un stop. Se lo guardó en el bolsillo sin que nadie lo viera. Solo habían pasado unos instantes desde que la moto cayó, pensó. Un instante eterno. Una vida. Cristina me ha transmitido toda una vida de sentimientos en diez minutos. Toni ya no lloraba. Miró hacía arriba y vio a Cristina sonriendo y llorando, también a la vez, allá entre las nubes.


Oyó al médico decir que no había ya nada que hacer. La taparon completamente y la introdujeron en la ambulancia.


La vida seguía igual, había sido un accidente como tantos, un embotellamiento más. Pero las circunstancias visibles encubrían una realidad que había cambiado. Nadie se dará cuenta, pero el mundo era un poco diferente.


Eran las 08:41 horas del martes 17 de febrero de 2009.
Toni preguntó hacia donde la llevaban y le dijeron que al Vall d'Hebrón.


Cogió el móvil y marcó el número de Oscar. Empezó a llover.


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1 comentario:

  1. Salvador, quins relats que fas! No sé si es real, però dona que pensar! M'ha agradat molt, i a l'hora m'ha entristit. La vida dura un instant, i s'acaba quan no s'ha d'acabar. S'ha de viure cada día, i es ben cert. El que per desgràcia passa, es que tots ho sabem però pocs ho practiquem. Només ens recordem d'aixó quan estem fotuts. Aquesta es la realitat. Espero el proper article que escriguis! David

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