Existen importantes deficiencias empresariales en nuestro país.
¿Podemos decir que tenemos una clase empresarial eficaz?
En este artículo quiero abordar un tema sensible.
¿Tenemos una clase empresarial capaz en España?
Personalmente creo que es deficiente, y así quiero trasmitirlo en
estas líneas.
Sensaciones a modo de índice
Percepciones personales
1 Pretensiones y contextos reales: nubes y tierra
2 Conflictos con riesgo
3 La crisis como fábula innegable de una frustración
Apreciaciones que no se perciben cabalmente
4 La subsistencia bajo un
artificio permanente
5 Ese miedo que nos
embarga
6 Divergencias e
incongruencias entre el decir y el hacer
7 Creencia
fundamentada sobre las diferencias entre un emprendedor y un empresario
8 Conjetura entre la ingeniería y la imaginación
Emociones a modo de conclusión
Percepciones personales
1 Pretensiones y contextos reales: nubes y tierra
El problema real no es no ser lo que querríamos ser sino
creerte que lo eres.
No tenemos una clase una empresarial como creemos ni como
se creen los empresarios.
El empresariado, como todo en esta vida,
puede ser bueno, regular o malo. En nuestro caso, en nuestro país y hablando
siempre en general, porque hay honrosas excepciones, es malo, es flojo.
Existe, además, un cierto
corporativismo de clase en el cual el empresariado español cae en la
prepotencia y en una distinción de salvapatrias no justificada.
Igualmente una gran tendencia a
teorizar, a hablar sin humildad como poseyendo un cierto prestigio social (¡soy
empresario!) cuando se trata, en la mayoría de los casos, de una fachada que
disimula una realidad diferente. Se creen gigantes pero son estatuas de plástico clavadas en barro.
Esta situación que en nuestro entorno es dramática, tiene mucho de psicológica, y
también de impotencia y de limitaciones mentales y de preparación. Hay que
entender, como hipótesis de partida, que hay que invertir para luego obtener, que no todo funciona con los
amiguetes, hay que medir y afrontar el riesgo, esa falta de valentía … de exceso de pobreza de espíritu, … pero, es verdad, no es su culpa … es simplemente querer ser lo que no se es … es como jugar a un juego que no conocemos, la atracción de esa figura de
empresario existente en otros países quiere traspasarse a nuestros entorno,
pero no es fácil, no es automático … en cierta forma sería como traspasar la
esencia de la fiesta de los toros, a otros entornos, digamos, por
ejemplo, a Suecia, … pues no cuajaría por diversos motivos obvios .. o, por
ejemplo, traspasar la planificación alemana a un entorno más latino … pues
tampoco sería fácil … con esto quiero decir que la figura del empresario como
se entiende en otros mundos no se puede asimilar directamente a este, el
nuestro. Es verdad que existen grandes y grandísimos empresarios españoles pero
son los menos, son la gran excepción. La versión autóctona del empresario es muy limitada y tiene un alcance muy restringido tanto en su radio de acción como en las consecuencias de su gestión.
2 Conflictos con riesgo
¡¡pero corramos esos
riesgos calculados!!, añado yo
Esta clase empresarial, por lo tanto, no puede ofrecer lo que no
tiene. Es realmente imposible. Nadie puede dar aquello que le falta. Un
empresario requiere unas características determinadas, pero las requiere de una
manera permanente, vital, desde dentro, de forma natural, lo han de vivir,
sentir de una forma constante, es algo instintivo y permanente. No esporádico. No es
posible serlo de vez en cuando, o ser personas “echadas palante”. Ha de surgir desde algo más profundo. Todos conocemos la
teoría, las teorías, todos podemos llegar a reconocer lo que hace falta, todos podemos nombrar
los requisitos para el éxito empresarial (estrategia, producto, anticipación, pensamiento crítico, saber interpretar,
decidir, nivelar, aprender, humildad, riesgo, prudencia, iniciativa, productividad, precio,
coste, posicionamiento y diferenciación, profesionales o sea talento, innovación,
cultura y valores, orientación al cliente, vocación de servicio, manera de
relacionarse internamente, empatía, motivación, comunicación, visión,…). Todas estas teorías se pueden aprender, estudiar y leer pero para que
se asienten en las mentes necesitan un caldo de cultivo, necesitan un instinto
natural para que queden arraigadas. No es
fácil aplicar en serio todas estas teorías, con la confianza y la fe necesarias, con los recursos necesarios.
La función muchas veces de las grandes escuelas de negocios es, mediante la transmisión de ideas, pautas, teorías … es despertar ese espíritu que algunos llevan dentro, no todos, … unos pocos … semillero donde de muchas semillas alguna puede ser válida, lo mismo que en una academia de baile, de aprender a tocar el piano o la guitarra, o de practicar un deporte, o de ser un manitas en carpintería o en contabilidad.
3 La crisis como fábula innegable de una frustración
Las crisis son un reflejo de nuestra falta de previsión, un
acicate para corregir errores, una oportunidad para el futuro y algo natural en
nuestras vidas que nos reactivan y reavivan.
… una oportunidad única …
_______________________________
Apreciaciones que no se perciben cabalmente
Hay unos conceptos que desgraciadamente no se entienden, se
interpretan mal y no se reconocen.
En un mundo como
el actual es muy fácil caer en creernos que somos lo que queremos ser
Sin ser
conscientes de nuestros límites.
Como ya he dicho anteriormente un gran problema de fondo es
creernos lo que no somos y actuar como si lo fuéramos. Nadie nos exige ser algo
diferente, ser lo que no somos, pero el riesgo de actuar como lo que no somos
nos hace confundir los sueños y las expectativas, con la cruda realidad … y el choque de
trenes es muy fuerte (”conflict appears when expectativas meet reality”).
Es algo tan arraigado que muchos de los que estáis leyendo esto
podéis pensar que es cierto, que estáis de acuerdo, que cuanta razón tienen
estás líneas, pero que no va con vosotros, que vosotros sois esa excepción, …
lo cuál es, cuando menos, triste. Necesitamos más actos de contrición, más
conocernos a nosotros mismos y hemos de remitirnos a los hechos sin buscar
excusas en la crisis, en aquello “si no fuera por tal cosa estaríamos
bien”. Necesitamos mucha más autocrítica.
5 Ese miedo que nos embarga
El miedo frena,
detiene, ralentiza, retrasa, bloquea, hunde.
Solo hay que tener
miedo al miedo
Para que no haya ninguna duda al respecto quiero empezar diciendo
que creo muy firmemente que hay de dos importantes aspectos que la situación
actual de crisis genera en las organizaciones empresariales en nuestro país, y
que tienen un denominador común: el miedo.
Pues sí, hemos de reconocerlo, existe un miedo que inmoviliza y que retrasa la recuperación económica que llegará, a su ritmo, pero llegará. Pero ese miedo hunde el futuro.
En otras palabras
. existe actualmente un
miedo recurrente del empresariado a adquirir compromisos o a relanzar proyectos
que en otras circunstancias más favorables ya se hubieran iniciado.
. existe un temor a
contratar personal cualificado de manera que la materia gris de la organización
se estanca, no evoluciona y cuando llegue el inicio de la recuperación
estaremos tan fuera de juego que casi sería mejor bajar las persianas ahora ya,
sin esperar más.
Esta actitud lo que genera es frenar o detener la evolución
deseable de las organizaciones y perder el paso y llegar tarde cuando las
circunstancias mejoren. Y esto es importante.
Generalmente las variables del miedo se han de combatir con variables de valentía. Solo hemos de
tener miedo a tener miedo, o al miedo en sí mismo. No hay que ser locos pero sí
valientes.
De la misma manera hemos de pensar que toda esta situación de crisis no es más
que un proceso de selección natural en donde solo los más fuertes seguirán.
Ocurre cíclicamente en todos los ámbitos de la naturaleza. Y este es el tiempo
de vacas flacas, anterior al siguiente ciclo.
¿Pero que entendemos por "más fuertes"?
Entendemos por más fuertes y valientes aquellas organizaciones que reúnen las siguientes características:
Entendemos por más fuertes y valientes aquellas organizaciones que reúnen las siguientes características:
. Ofrecen productos y
servicios de calidad y necesarios
. Aplican una estrategia
correcta, adaptable a las circunstancias, flexible y dinámica tanto en su
enfoque como en el “timing” de implantación,
. Disponen de un espíritu
de innovación realmente VIVO
. Tienen una vocación de ampliar
mercados y de internacionalizarse, estancarse es morir
. Disponer de unas
personas, un organigrama y de unos sistemas de funcionamiento y de toma de
decisiones que sean profesionales, ágiles, prácticos y directos
... y todo esto en cualquier situación ...
... y todo esto en cualquier situación ...
6 Divergencias e incongruencias
entre el decir y el hacer
Muchos están de
acuerdo con las grandes teorías y consideran que se encuentran en la línea
correcta,aunque la realidad
sea muy diferente.
Sin ser conscientes se engañan a sí mismos.
Sin ser conscientes se engañan a sí mismos.
Necesitan un gran auto-conocimiento para ser capaces de incluirse en el grupo al que
pertenecen.
Quisiera que reflexionásemos sobre un concepto básico: la GRAN
DIVERGENCIA MENTAL existente en una gran parte del empresariado nacional.
Si bien muchos empresarios están absolutamente de acuerdo con la
teoría general, con los puntos aquí indicados, con lo que acabamos de indicar
sobre la valentía y el miedo, en realidad ese "estar de acuerdo" no es cierto, es falso. Sinceramente no acaban de creerse la bondad de esas teorías seguramente por no saber lidiar con el binomio riesgo y miedo. Ese recelo que les envuelve les limita las decisiones y se
auto-convencen que su caso es siempre especial y que ya lo hacen bien como lo
están haciendo.
Y se equivocan substancial y completamente. Se estancan en la prudencia exagerada y a la defensiva, tirando por la borda los planes, las estrategias, los proyectos.
De cualquier forma esa incredulidad y ese inmovilismo no deja de ser
una cuestión muy curiosa.
Si no se asume esta realidad de forma muy contundente, hay dos
opciones:
1.- cerrar el negocio ya
2.- cerraremos cuando nos demos
cuenta que hemos llegado tarde al inicio del nuevo despegue
En otras palabras el camino que nos queda es únicamente incorporar las medidas pertinentes para
anticiparse a ese futuro y adaptarlo a nosotros y estar en primera línea de
salida cuando se reinicie el despegue.
Emprendedor y empresario. Generalmente ambas
funciones no coinciden en la misma persona.
Lo normal es que haya
un '”genio” emprendedor, que comienza proyectos, los lanza pero que no acaba de
consolidarlos, se aburra e inicie otros proyectos y nunca logre “hacer
empresa”, y se queda ahí, como un emprendedor puro y duro, un hombre con ideas
que no sabe gestionarlas, como tantas veces ha pasado.
Para ser empresario, y
si uno quiere tener una empresa debe serlo, es imprescindible mantener ese
empuje, pero con una visión empresarial, no solo comercial o de “business
development” sino también de estrategia,
finanzas, personal, informática,
producción, etc. es decir ver la empresa en su conjunto.
Eso es lo que aporta el “management”. Muchas
veces se busca un perfil más de
“management” que complemente y complete la figura del emprendedor y que tenga
esa visión de conjunto, empresarial, de rigor, con capacidad para crear una
buena y gran
empresa pero a la vez con la empatía suficiente para avanzar con el
emprendedor. En otros casos es a la inversa, la figura que
falta es la del emprendedor
El objetivo, muchas veces, no es necesariamente
crear una gran empresa. Hay grandes empresas medianas, pequeñas, comercios, de
barrio, nacionales, locales, …
Seguramente la “misión” esencial gira alrededor de ofrecer buenos productos a los clientes.
Seguramente la “misión” esencial gira alrededor de ofrecer buenos productos a los clientes.
Eso
no se conseguirá sin “sentido común”. Se impone la necesidad de un sentido práctico,
pragmático, realista, rentable, aunque no sea ese el objetivo
primordial de la empresa, pero que tampoco es incompatible. Sería una
pena no sacar una rentabilidad a toda esa creatividad.
Dicho de otra manera, podemos decir que si
Audacia = Emprender
y
Perseverancia = Management
y
Perseverancia = Management
entonces
Audacia + Perseverancia = Empresa.
Audacia + Perseverancia = Empresa.
Utilizando los mismos argumentos no es lo mismo
“to do the right things” que “to do things right”.
Lo primero es hacer las cosas correctas, tener las buenas ideas... o
sea, el emprendedor
Lo segundo es hacer bien las cosas que han
nacido o empezado a desarrollarse como una buena idea... el “management.”
De nuevo la suma de
ambos conceptos es lo que hace empresa.
¿Lo hacemos?
¿Lo hacemos?
8 Conjetura entre la ingeniería y la imaginación
No tiene sentido pensar/hacer las mismas cosas repetidas veces y
esperar resultados diferentes cada vez. Es realmente ridículo.
Si sigues haciendo siempre lo mismo obtendrás siempre los mismos
resultados.
Innovemos, pues.
Innovemos, pues.
La
Imaginería es un término acuñado por Walt Disney para describir el proceso que
utilizaba para “crear futuro”, dando formas a sueños y convirtiéndolos luego en
realidades.
Uno de sus
colaboradores dio una descripción del trabajo de Disney que ilustra a la
perfección el proceso de imaginería:
"Había en
realidad tres Walts distintos, el soñador, el realista y el aguafiestas.
Nunca
sabías con cuál de ellos te ibas a encontrar en la reunión”
La
imaginería implica la coordinación de estos tres subprocesos: Soñador, Realista
y Crítico, componentes clave todos ellos de un “juego interno” exitoso para
alcanzar objetivos futuros.
Un Soñador
sin un Realista no puede convertir sus ideas en cosas tangibles. Un Crítico y
un Soñador sin un Realista simplemente se atascan en un conflicto permanente.
Un Soñador y un Realista tal vez consigan crear cosas, pero no serán buenas
ideas si no interviene un Crítico. El Crítico ayuda a evaluar y refinar los
productos de la creatividad. Si es destructivo el Crítico es un “aguafiestas”;
si es constructivo, el Crítico es un “consejero”.
El resumen podemos
decir:
. Un Soñador sin un
Realista y sin un Crítico no es más que eso: un Soñador
. Un Realista sin un
Soñador y sin un Crítico es un robot
. Un Crítico sin un Soñador
y sin un Realista es un aguafiestas
. Un Soñador y un Realista
sin un Crítico son un departamento de Investigación y Desarrollo, es decir,
producen muchos prototipos, pero sin los criterios de calidad necesarios para
tener éxito
. Un Realista y un Crítico
sin un Soñador son una burocracia
. Un Soñador y un Crítico
sin un Realista son una montaña rusa maníaco-depresiva
La innovación y la resolución de problemas eficaces requieren una
síntesis de estos tres procesos o fases diferentes. El soñador es necesario
para formar nuevas ideas y nuevos objetivos. El Realista lo es como medio para
la transformación de las ideas en expresiones concretas. El Crítico es
imprescindible como filtro que define las ideas y evite los posibles problemas.
Veamos, a continuación, un resumen de los patrones cognitivos
asociados con cada uno de estos estilos clave de pensamiento.
Soñador
La fase soñadora de un proceso se orienta hacia el futuro a largo
plazo. Implica pensar en forma de grandes imágenes y de grandes fragmentos para
generar nuevas opciones alternativas. El énfasis de la fase soñadora de un
proceso recae sobre la representación y la expansión de una idea o de un plan
determinado. Consiste en ver claramente
en su propia mente como va a encajar cada fragmento del asunto en el proyecto.
Realista
Su propósito es convertir el sueño en un plan o
producto viable. En esta posición deberás actuar “como si” el sueño fuera
posible, y centrarse en las acciones y pasos necesarios para hacer realidad ese
sueño. Tu foco de atención primario deberá ser “cómo” llevar a cabo ese plan o
idea.
Crítico
La fase crítica de la creatividad sigue a la del Soñador a la del
Realista. Su propósito consiste en evaluar el plan o proyecto que ha sido
presentado, en busca de posibles problemas o “eslabones perdidos”. Para ser un
Crítico eficaz es importante adoptar las perspectivas de las personas que
pueden influir en, o ser influidas por (tanto negativa como positivamente) el
plan o proyecto de que se trate, y considerar sus necesidades y sus reacciones.
El propósito primario del Crítico consiste en detectar problemas potenciales y
vínculos ausentes en un plan determinado o en una solución concreta.
¿Aplicamos algo parecido en nuestras organizaciones?
Creo que estamos más preocupados en dedicar nuestros esfuerzos y nuestro tiempo en recortar inversiones, en reducir plantillas, en posponer proyectos, en retrasar la incorporación de talento, en reducir salarios, ...
o sea el principio del fin ...
o sea el principio del fin ...
Emociones a modo de conclusión
Ese diamante medio escondido comienza a descubrirse por conocerse a sí mismo, en conocer los puntos débiles y los puntos fuertes, se requieren grandes dotes de
realismo y de humildad para saber donde se está, que esfuerzos tienes previsto
hacer, hasta donde te vas a implicar para conseguir llegar y conocer tus
limitaciones para que junto con esa
esencia de empresario, esa formación, ese instinto y esa intuición poder
llevarlo a cabo.
Con esto quiero decir que si jugamos a un juego que
no hemos jugado casi nunca, que no lo hemos mamado de pequeño, todo con una
mente de miedo, de poco riesgo y con una seguridad deseada pero ilógica, pues perderemos. Siempre perderemos porque jugamos a otra cosa, distinta, con otras reglas.
Alguien dirá que no hay nada imposible, que los
retos personales se pueden conseguir con esfuerzo, que con decisión somos
capaces de todo … pues es cierto a nivel personal, a nivel de encontrar nuestra
paz y armonía interior ... pero no es cierto cuando vamos contra nosotros mismos,
no es cierto cuando tenemos los ojos negros y los queremos tener azules, no es
cierto cuando luchamos contra nosotros mismos, contra nuestra realidad
profunda, contra nuestra esencia. En esta partida partida de póker debemos obtener los mejores resultados posibles con las cartas que nos han sido dadas, que nunca son las mejores en este tema. Podemos optimizar los resultados pero casi nunca ser competitivos en este mundo agresivo y hambriento.
Siempre se dice que muchos millonarios empezaron
vendiendo periódicos, lo cuál no quiere decir que si vendes periódicos llegarás
a millonario. De hecho el ratio de personas que vendieron periódicos de joven
sobre los millonarios es absolutamente ridículo.
Muchos se creen empresarios y no lo son, son trabajadores por cuenta propia. Y eso no es un demérito, es una realidad.
Seguramente tenemos unas pretensiones determinadas y deseamos acceder a un determinado parque temático pero no queremos ni podemos pagar el precio de entrada.
Pero, recordemos, nadie nos obliga a entrar a este parque temático, si entramos es porque así lo hemos decidido libremente, pero, recordemos, también podemos quedarnos fuera, con otros retos, otros objetivos, otros valores. Con otros objetivos y en busca de otra felicidad ...
Muchos se creen empresarios y no lo son, son trabajadores por cuenta propia. Y eso no es un demérito, es una realidad.
Seguramente tenemos unas pretensiones determinadas y deseamos acceder a un determinado parque temático pero no queremos ni podemos pagar el precio de entrada.
Pero, recordemos, nadie nos obliga a entrar a este parque temático, si entramos es porque así lo hemos decidido libremente, pero, recordemos, también podemos quedarnos fuera, con otros retos, otros objetivos, otros valores. Con otros objetivos y en busca de otra felicidad ...