martes, 27 de marzo de 2012

Crónicas desde la niebla: ¿empresarios?

Existen importantes deficiencias empresariales en nuestro país.
¿Podemos decir que tenemos una clase empresarial eficaz?
      
En este artículo quiero abordar un tema sensible.
¿Tenemos una clase empresarial capaz en España?
Personalmente creo que es deficiente, y así quiero trasmitirlo en estas líneas.


Sensaciones a modo de índice 

Percepciones personales
1     Pretensiones y contextos reales: nubes y tierra
2     Conflictos con riesgo
3     La crisis como fábula innegable de una frustración

Apreciaciones que no se perciben cabalmente
4     La subsistencia bajo un artificio permanente
5     Ese miedo que nos embarga
6     Divergencias e incongruencias entre el decir y el hacer
7     Creencia fundamentada sobre las diferencias entre un emprendedor y un empresario
8     Conjetura entre la ingeniería y la imaginación

Emociones a modo de conclusión

_______________________________



Percepciones personales 




1     Pretensiones y contextos reales: nubes y tierra
  



El problema real no es no ser lo que querríamos ser sino creerte que lo eres.
No tenemos una clase una empresarial como creemos ni como se creen los empresarios.



El empresariado, como todo en esta vida, puede ser bueno, regular o malo. En nuestro caso, en nuestro país y hablando siempre en general, porque hay honrosas excepciones, es malo, es flojo.



Existe, además, un cierto corporativismo de clase en el cual el empresariado español cae en la prepotencia y en una distinción de salvapatrias no justificada.
Igualmente una gran tendencia a teorizar, a hablar sin humildad como poseyendo un cierto prestigio social (¡soy empresario!) cuando se trata, en la mayoría de los casos, de una fachada que disimula una realidad diferente. Se creen gigantes pero son estatuas de plástico clavadas en barro. 



Esta situación que en nuestro entorno es dramática, tiene mucho de psicológica, y también de impotencia y de limitaciones mentales y de preparación. Hay que entender, como hipótesis de partida, que hay que invertir para luego obtener, que no todo funciona con los amiguetes, hay que medir y afrontar el riesgo, esa falta de valentía … de exceso de pobreza de espíritu, … pero, es verdad, no es su culpa … es simplemente querer ser lo que no se es … es como jugar a un juego que no conocemos, la atracción de esa figura de empresario existente en otros países quiere traspasarse a nuestros entorno, pero no es fácil, no es automático … en cierta forma sería como traspasar la esencia de la fiesta de los toros, a otros entornos, digamos, por ejemplo, a Suecia, … pues no cuajaría por diversos motivos obvios .. o, por ejemplo, traspasar la planificación alemana a un entorno más latino … pues tampoco sería fácil … con esto quiero decir que la figura del empresario como se entiende en otros mundos no se puede asimilar directamente a este, el nuestro. Es verdad que existen grandes y grandísimos empresarios españoles pero son los menos, son la gran excepción. La versión autóctona del empresario es muy limitada y tiene un alcance muy restringido tanto en su radio de acción como en las consecuencias de su gestión.



2     Conflictos con riesgo





"Corramos riesgos calculados, lo cual es muy diferente de mostrarnos temerarios." G. Patton
¡¡pero corramos esos riesgos calculados!!, añado yo




Esta clase empresarial, por lo tanto, no puede ofrecer lo que no tiene. Es realmente imposible. Nadie puede dar aquello que le falta. Un empresario requiere unas características determinadas, pero las requiere de una manera permanente, vital, desde dentro, de forma natural, lo han de vivir, sentir de una forma constante, es algo instintivo y permanente. No esporádico. No es posible serlo de vez en cuando, o ser personas “echadas palante”. Ha de surgir desde algo más profundo. Todos conocemos la teoría, las teorías, todos podemos llegar a reconocer lo que hace falta, todos podemos nombrar los requisitos para el éxito empresarial (estrategia, producto, anticipación, pensamiento crítico, saber interpretar, decidir, nivelar, aprender, humildad, riesgo, prudencia, iniciativa, productividad, precio, coste, posicionamiento y diferenciación, profesionales o sea talento, innovación, cultura y valores, orientación al cliente, vocación de servicio, manera de relacionarse internamente, empatía, motivación, comunicación, visión,…). Todas estas teorías se pueden aprender, estudiar y leer pero para que se asienten en las mentes necesitan un caldo de cultivo, necesitan un instinto natural para que queden arraigadas.  No es fácil aplicar en serio todas estas teorías, con la confianza y la fe necesarias, con los recursos necesarios.



La función muchas veces de las grandes escuelas de negocios es, mediante la transmisión de ideas, pautas, teorías … es despertar ese espíritu que algunos llevan dentro, no todos, … unos pocos … semillero donde de muchas semillas alguna puede ser válida, lo mismo que en una academia de baile, de aprender a tocar el piano o la guitarra, o de practicar un deporte, o de ser un manitas en carpintería o en contabilidad.



3     La crisis como fábula innegable de una frustración









Las crisis son un reflejo de nuestra falta de previsión, un acicate para corregir errores, una oportunidad para el futuro y algo natural en nuestras vidas que nos reactivan y reavivan.
… una oportunidad única …



 Muchos empresarios se apoyan en la crisis para respaldarse, para esconderse, para justificarse. Es en estos momentos de dificultades donde aparece la verdad, cuando las cosas van bien todo es mucho más fácil y no se puede detectar esa esencia interna. El empresario verdadero aparece en estos momentos de crisis ya que es cuando se confirman o no que las decisiones tomadas en el pasado han sido las adecuadas y donde las decisiones actuales justificarán en un futuro su idoneidad. Por eso un empresario es mucho más que un tipo con ideas, no es simplemente alguien “echado palante”, no es alguien que solo piensa en sí mismo. Es alguien que se anticipa al futuro o reacciona rápidamente cuando ese futuro que se aproxima difiere del esperado. La crisis saca a la luz las miserias de todos, en todos los ámbitos de la existencia, y especialmente en esa clase que se autodenominan empresarios y solo son … bueno, son otra cosa, pero no empresarios. Los empresarios verdaderos no reducen las contrataciones de personas para abrir mercados nuevos, no paralizan según que proyectos, siguen contratando el mejor talento, no frenan la internacionalización de la compañías, no retrasan proyectos críticos. Estas malas decisiones retardarán aún más el nuevo despegue y volverán a llegar tarde y volverán a ir a remolque, de nuevo, como siempre. Estos empresarios, que yo denomino opacos, necesitan poseer aquello que creen que tienen pero que no tienen para evitar bloquear su compañía. ¿Porqué, por ejemplo, empresas como Inditex, Mercadona y tantas otras no están en crisis o la sobreviven airosamente sin arriesgar su futuro? 




   _______________________________



Apreciaciones que no se perciben cabalmente 



Hay unos conceptos que desgraciadamente no se entienden, se interpretan mal y no se reconocen.





 4     La subsistencia bajo un artificio permanente





En un mundo como el actual es muy fácil caer en creernos que somos lo que queremos ser
Sin ser conscientes de nuestros límites.



Como ya he dicho anteriormente un gran problema de fondo es creernos lo que no somos y actuar como si lo fuéramos. Nadie nos exige ser algo diferente, ser lo que no somos, pero el riesgo de actuar como lo que no somos nos hace confundir los sueños y las expectativas, con la cruda realidad … y el choque de trenes es muy fuerte (”conflict appears when expectativas meet reality”).



Es algo tan arraigado que muchos de los que estáis leyendo esto podéis pensar que es cierto, que estáis de acuerdo, que cuanta razón tienen estás líneas, pero que no va con vosotros, que vosotros sois esa excepción, … lo cuál es, cuando menos, triste. Necesitamos más actos de contrición, más conocernos a nosotros mismos y hemos de remitirnos a los hechos sin buscar excusas en la crisis, en aquello “si no fuera por tal cosa estaríamos bien”. Necesitamos mucha más autocrítica. 



5     Ese miedo que nos embarga






El miedo frena, detiene, ralentiza, retrasa, bloquea, hunde.
Solo hay que tener miedo al miedo



Para que no haya ninguna duda al respecto quiero empezar diciendo que creo muy firmemente que hay de dos importantes aspectos que la situación actual de crisis genera en las organizaciones empresariales en nuestro país, y que tienen un denominador común: el miedo.




Pues sí, hemos de reconocerlo, existe un miedo que inmoviliza y que retrasa la recuperación económica que llegará, a su ritmo, pero llegará. Pero ese miedo hunde el futuro.



En otras palabras
.   existe actualmente un miedo recurrente del empresariado a adquirir compromisos o a relanzar proyectos que en otras circunstancias más favorables ya se hubieran iniciado.
.   existe un temor a contratar personal cualificado de manera que la materia gris de la organización se estanca, no evoluciona y cuando llegue el inicio de la recuperación estaremos tan fuera de juego que casi sería mejor bajar las persianas ahora ya, sin esperar más.   



Esta actitud lo que genera es frenar o detener la evolución deseable de las organizaciones y perder el paso y llegar tarde cuando las circunstancias mejoren. Y esto es importante.



Generalmente las variables del miedo se han de combatir con variables de valentía. Solo hemos de tener miedo a tener miedo, o al miedo en sí mismo. No hay que ser locos pero sí valientes.



De la misma manera hemos de pensar que toda esta situación de crisis no es más que un proceso de selección natural en donde solo los más fuertes seguirán. Ocurre cíclicamente en todos los ámbitos de la naturaleza. Y este es el tiempo de vacas flacas, anterior al siguiente ciclo.



¿Pero que entendemos por "más fuertes"? 
Entendemos por más fuertes y valientes aquellas organizaciones que reúnen las siguientes características:
.   Ofrecen productos y servicios de calidad y necesarios
.   Aplican una estrategia correcta, adaptable a las circunstancias, flexible y dinámica tanto en su enfoque como en el “timing” de implantación,
.   Disponen de un espíritu de innovación realmente VIVO
.   Tienen una vocación de ampliar mercados y de internacionalizarse, estancarse es morir
.   Disponer de unas personas, un organigrama y de unos sistemas de funcionamiento y de toma de decisiones que sean profesionales, ágiles, prácticos y directos


... y todo esto en cualquier situación ... 



6     Divergencias e incongruencias entre el decir y el hacer






Muchos están de acuerdo con las grandes teorías y consideran que se encuentran en la línea correcta,aunque la realidad sea muy diferente. 
Sin ser conscientes se engañan a sí mismos.
Necesitan un gran auto-conocimiento para ser capaces de incluirse en el grupo al que pertenecen.



Quisiera que reflexionásemos sobre un concepto básico: la GRAN DIVERGENCIA MENTAL existente en una gran parte del empresariado nacional. 



Si bien muchos empresarios están absolutamente de acuerdo con la teoría general, con los puntos aquí indicados, con lo que acabamos de indicar sobre la valentía y el miedo, en realidad ese "estar de acuerdo" no es cierto, es falso. Sinceramente no acaban de creerse la bondad de esas teorías seguramente por no saber lidiar con el binomio riesgo y miedo. Ese recelo que les envuelve les limita las decisiones y se auto-convencen que su caso es siempre especial y que ya lo hacen bien como lo están haciendo.
Y se equivocan substancial y completamente. Se estancan en la prudencia exagerada y a la defensiva, tirando por la borda los planes, las estrategias, los proyectos.



De cualquier forma esa incredulidad y ese inmovilismo no deja de ser una cuestión muy curiosa.



Si no se asume esta realidad de forma muy contundente, hay dos opciones:
1.-   cerrar el negocio ya
2.-   cerraremos cuando nos demos cuenta que hemos llegado tarde al inicio del nuevo despegue

En otras palabras el camino que nos queda es únicamente incorporar las medidas pertinentes para anticiparse a ese futuro y adaptarlo a nosotros y estar en primera línea de salida cuando se reinicie el despegue. 


 
7     Creencia fundamentada sobre las diferencias entre un emprendedor y un empresario







Emprendedor y empresario. Generalmente ambas funciones no coinciden en la misma persona.
Lo normal es que haya un '”genio” emprendedor, que comienza proyectos, los lanza pero que no acaba de consolidarlos, se aburra e inicie otros proyectos y nunca logre “hacer empresa”, y se queda ahí, como un emprendedor puro y duro, un hombre con ideas que no sabe gestionarlas, como tantas veces ha pasado.
Para ser empresario, y si uno quiere tener una empresa debe serlo, es imprescindible mantener ese empuje, pero con una visión empresarial, no solo comercial o de “business development” sino también de estrategia, finanzas, personal, informática, producción, etc. es decir ver la empresa en su conjunto.



Eso es lo que aporta el “management”. Muchas veces se busca un perfil más  de “management” que complemente y complete la figura del emprendedor y que tenga esa visión de conjunto, empresarial, de rigor, con capacidad para crear una buena y gran empresa pero a la vez con la empatía suficiente para avanzar con el emprendedor. En otros casos es a la inversa, la figura que falta es la del emprendedor

El objetivo, muchas veces, no es necesariamente crear una gran empresa. Hay grandes empresas medianas, pequeñas, comercios, de barrio, nacionales, locales, … 
Seguramente la “misión” esencial gira alrededor de ofrecer buenos productos a los clientes.

Eso no se conseguirá sin “sentido común”. Se impone la necesidad de un sentido práctico, pragmático, realista, rentable, aunque no sea ese el objetivo primordial de la empresa, pero que tampoco es incompatible. Sería una pena no sacar una rentabilidad a toda esa creatividad.

Dicho de otra manera, podemos decir que si
            Audacia      =       Emprender        
y
Perseverancia      =      Management

entonces                          
                                            Audacia + Perseverancia      =      Empresa.

Utilizando los mismos argumentos no es lo mismo “to do the right things” que “to do things right”.

Lo primero es hacer las cosas correctas, tener las buenas ideas... o sea, el emprendedor
Lo segundo es hacer bien las cosas que han nacido o empezado a desarrollarse como una buena idea... el “management.”

De nuevo la suma de ambos conceptos es lo que hace empresa. 
¿Lo hacemos?



8     Conjetura entre la ingeniería y la imaginación





No tiene sentido pensar/hacer las mismas cosas repetidas veces y esperar resultados diferentes cada vez. Es realmente ridículo. 
Si sigues haciendo siempre lo mismo obtendrás siempre los mismos resultados.
Innovemos, pues.



La Imaginería es un término acuñado por Walt Disney para describir el proceso que utilizaba para “crear futuro”, dando formas a sueños y convirtiéndolos luego en realidades.



Uno de sus colaboradores dio una descripción del trabajo de Disney que ilustra a la perfección el proceso de imaginería: 




"Había en realidad tres Walts distintos, el soñador, el realista y el aguafiestas. 
Nunca sabías con cuál de ellos te ibas a encontrar en la reunión”



La imaginería implica la coordinación de estos tres subprocesos: Soñador, Realista y Crítico, componentes clave todos ellos de un “juego interno” exitoso para alcanzar objetivos futuros.



Un Soñador sin un Realista no puede convertir sus ideas en cosas tangibles. Un Crítico y un Soñador sin un Realista simplemente se atascan en un conflicto permanente. Un Soñador y un Realista tal vez consigan crear cosas, pero no serán buenas ideas si no interviene un Crítico. El Crítico ayuda a evaluar y refinar los productos de la creatividad. Si es destructivo el Crítico es un “aguafiestas”; si es constructivo, el Crítico es un “consejero”.



El resumen podemos decir:

.   Un Soñador sin un Realista y sin un Crítico no es más que eso: un Soñador
.   Un Realista sin un Soñador y sin un Crítico es un robot
.   Un Crítico sin un Soñador y sin un Realista es un aguafiestas
.   Un Soñador y un Realista sin un Crítico son un departamento de Investigación y Desarrollo, es decir, producen muchos prototipos, pero sin los criterios de calidad necesarios para tener éxito
.   Un Realista y un Crítico sin un Soñador son una burocracia
.   Un Soñador y un Crítico sin un Realista son una montaña rusa maníaco-depresiva



La innovación y la resolución de problemas eficaces requieren una síntesis de estos tres procesos o fases diferentes. El soñador es necesario para formar nuevas ideas y nuevos objetivos. El Realista lo es como medio para la transformación de las ideas en expresiones concretas. El Crítico es imprescindible como filtro que define las ideas y evite los posibles problemas.



Veamos, a continuación, un resumen de los patrones cognitivos asociados con cada uno de estos estilos clave de pensamiento.



Soñador
La fase soñadora de un proceso se orienta hacia el futuro a largo plazo. Implica pensar en forma de grandes imágenes y de grandes fragmentos para generar nuevas opciones alternativas. El énfasis de la fase soñadora de un proceso recae sobre la representación y la expansión de una idea o de un plan determinado. Consiste en ver claramente en su propia mente como va a encajar cada fragmento del asunto en el proyecto.

Realista
Su propósito es convertir el sueño en un plan o producto viable. En esta posición deberás actuar “como si” el sueño fuera posible, y centrarse en las acciones y pasos necesarios para hacer realidad ese sueño. Tu foco de atención primario deberá ser “cómo” llevar a cabo ese plan o idea.


Crítico
La fase crítica de la creatividad sigue a la del Soñador a la del Realista. Su propósito consiste en evaluar el plan o proyecto que ha sido presentado, en busca de posibles problemas o “eslabones perdidos”. Para ser un Crítico eficaz es importante adoptar las perspectivas de las personas que pueden influir en, o ser influidas por (tanto negativa como positivamente) el plan o proyecto de que se trate, y considerar sus necesidades y sus reacciones. El propósito primario del Crítico consiste en detectar problemas potenciales y vínculos ausentes en un plan determinado o en una solución concreta. 






¿Aplicamos algo parecido en nuestras organizaciones? 
Creo que estamos más preocupados en dedicar nuestros esfuerzos y nuestro tiempo en recortar inversiones, en reducir plantillas, en posponer proyectos, en retrasar la incorporación de talento, en reducir salarios, ... 
o sea el principio del fin ... 


_______________________________





Emociones a modo de conclusión






Ese diamante medio escondido comienza a descubrirse por conocerse a sí mismo, en conocer los puntos débiles y los puntos fuertes, se requieren grandes dotes de realismo y de humildad para saber donde se está, que esfuerzos tienes previsto hacer, hasta donde te vas a implicar para conseguir llegar y conocer tus limitaciones para que  junto con esa esencia de empresario, esa formación, ese instinto y esa intuición poder llevarlo a cabo.



Con esto quiero decir que si jugamos a un juego que no hemos jugado casi nunca, que no lo hemos mamado de pequeño, todo con una mente de miedo, de poco riesgo y con una seguridad deseada pero ilógica, pues perderemos. Siempre perderemos porque jugamos a otra cosa, distinta, con otras reglas.



Alguien dirá que no hay nada imposible, que los retos personales se pueden conseguir con esfuerzo, que con decisión somos capaces de todo … pues es cierto a nivel personal, a nivel de encontrar nuestra paz y armonía interior ... pero no es cierto cuando vamos contra nosotros mismos, no es cierto cuando tenemos los ojos negros y los queremos tener azules, no es cierto cuando luchamos contra nosotros mismos, contra nuestra realidad profunda, contra nuestra esencia. En esta partida partida de póker debemos obtener los mejores resultados posibles con las cartas que nos han sido dadas, que nunca son las mejores en este tema. Podemos optimizar los resultados pero casi nunca ser competitivos en este mundo agresivo y hambriento. 



Siempre se dice que muchos millonarios empezaron vendiendo periódicos, lo cuál no quiere decir que si vendes periódicos llegarás a millonario. De hecho el ratio de personas que vendieron periódicos de joven sobre los millonarios es absolutamente ridículo.     




Muchos se creen empresarios y no lo son, son trabajadores por cuenta propia. Y eso no es un demérito, es una realidad.




Seguramente tenemos unas pretensiones determinadas y deseamos acceder a un determinado parque temático pero no queremos ni podemos pagar el precio de entrada. 




Pero, recordemos, nadie nos obliga a entrar a este parque temático, si entramos es porque así lo hemos decidido libremente, pero, recordemos, también podemos quedarnos fuera, con otros retos, otros objetivos, otros valores. Con otros objetivos y en busca de otra felicidad ...













_______________________________


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Introduzca aquí su texto